Quiero que sepas que la única definición
que necesitas aceptar sobre quién eres, es la que Dios tiene en mente. Nadie tiene derecho a definirte y tampoco debes permitir que lo hagan. Si lo permites, no sólo quedas vulnerable ante las opiniones de los demás, sino que corres el riesgo
de bajar tu autoestima y alejarte de tu "yo" real.
Quizá no lo notes, pero puedes encadenarte a ti mismo por el concepto que otros tengan de ti. Piensa un momento en alguien que te haya hecho creer que tu valor no era lo suficiente para esa
persona, o para algo que deseabas hacer y no hiciste por dejarte llevar por la opinión de los otros.
Reflexiona qué tanta verdad hay en esas palabras y compáralas con lo que dice Dios de ti en 1 juan 3:1.
¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él.
Si la Biblia dice que somos hijos de Dios, ¿por qué darle tanta importancia a lo que la gente diga de ti? Deja de escuchar opiniones que no te ayudan a crecer y no permitas, por ningún
motivo, que su voz hable más alto que la voz de Dios. ¡Fuiste creado para vivir una vida llena de identidad y valor en Cristo!
Reconcíliate contigo mismo, perdónate todas las veces que te has fallado por creerle a alguien más, pero sobre todo, haz las paces con Dios y comienza a restaurar su plan original
para tu vida.
Lee el Salmo 8:3-6 y cree esta verdad:
Cuando miro el cielo de noche y veo la obra de tus dedos-la luna y las estrellas que pusiste en su lugar-, me pregunto: ¿qué son los simples mortales para que pienses en ellos,
los seres humanos para que de ellos te ocupes? Sin embargo, los hiciste un poco menor que Dios y los coronaste de gloria y honor.
Los pusiste a cargo de todo lo que creaste, y sometiste todas las cosas bajo su autoridad.
Nunca bases tu identidad de acuerdo a la opinión de los demás. Y recuerda que los obstáculos más grandes que tendrás serán lograr tu auto aceptación, la falta de identidad, y la falta de entendimiento de tu propósito fuera del plan de Dios.
Aldo Pascual Flores
Peña
Centro de Formacion Misionero y
Pastoral Gilgal A.R.
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